Muriqi, su delantero centro y líder dentro y fuera del campo, cumplirá ciclo de tarjetas amarillas en la final de Pamplona, clave para certificar la permanencia
El Real Mallorca afronta el tramo final de temporada con todo muy avanzado pero no cerrado al cien por cien. Los próximos compromisos, dos a domicilio ante Osasuna y Getafe, con el Almería todavía por visitar Son Moix, son los últimos para cerrar el año. La primera ocasión para lograr la permanencia matemática será en la jornada intersemanal en la visita a El Sadar y contará con dos bajas importantes: Martin Valjent y Vedat Muriqi, ambos sancionados por tarjetas.
La de Muriqi hace mucho daño a Aguirre, ya que es la referencia en ataque, pero también un líder dentro y fuera del campo. Es el delantero que suele crear problemas a los centrales rivales, abrir huecos para sus compañeros y tiene la plena confianza del entrenador.
Javier Aguirre deberá decidir entre Abdón Prats y Cyle Larin para reemplazar la figura de Muriqi, una pieza indiscutible ya no por goles -que también- sino sobre todo por el trabajo que realiza sobre el césped. Entre las opciones que maneja el técnico, seguro, estará la posibilidad de poblar el centro del campo incorporando un centrocampista más a la causa y optar por una única referencia. En ese caso, el ‘dimoni d’Artà’ y el canadiense se disputarán la titularidad.
Valjent, la otra baja
Igual que el ‘pirata’, Martin Valjent también deberá cumplir sanción por acumulación de tarjetas amarillas. El zaguero, que ha recuperado el nivel que se le recuerda sobre el terreno de juego, descansará a la fuerza. Gio González o Nastasic a pierna cambiada en el costado derecho del eje de la defensa son las opciones más probables. En especial la del uruguayo, que en caso de pasar al centro de la defensa daría entrada al once a otro de los laterales diestros que hay en plantilla: Pablo Maffeo o Nacho Vidal. Todo sea para intentar rascar algo de provecho de Pamplona para celebrar la salvación oficial.
